domingo, 25 de marzo de 2012

CARTAS DESDE MI CORAZON




Siempre me ha gustado escribir, aunque no es algo que hiciera habitualmente hasta que empecé este blog, en los momentos de más importantes de mi vida sí lo he hecho. Me gusta dejar reflejado mis sentimientos y emociones de esos días, para luego, cuando pase el tiempo, volver a leerlos, volver a revivir los sentimientos de ese día.

Lo que voy a compartir hoy es algo muy especial, es una carta que escribí a mi hija cuando aún estaba embarazada; exactamente me faltaban diez días para poder abrazarla, aunque como es lógico entonces no lo sabia. Esta carta la escribí después de sufrir un aborto y de tener después un embarazo delicado.

Estos días difíciles que estoy pasando me he acordado de ella y la he desempolvado del cajón. Me ha dado por pensar cuando me gustaría dársela; quizás en plena adolescencia cuando empiecen los conflictos conmigo, que seguro llegarán, esta pueda ser una forma de enseñarla cuanto la quiero, aún antes de ser concebida. También he pensado cuanto me gustaría que ella la releyera cuando esté embarazada, cuando pueda compartir conmigo todos los sentimientos de esa carta. Hasta entonces espero que no se enfade en un futuro por haberla compartido contigo.


10 de marzo de 2008



A mi pequeña:



Apenas quedan unos días, quizás solo unas horas para que podamos vernos y tocarnos; poder besarte y decirte lo mucho que te quiero, aunque ya te lo digo, y creo que tu lo sientes. Quiero dejar escrito en este momento los sentimientos que me embargan para no olvidarlos cuando haya pasado el tiempo y me enfade contigo.

Momentos de miedo, angustia, pero también de impaciencia e ilusión. El miedo nos ha acompañado durante todo el embarazo; ha sido difícil de sobrellevar, ha habido momentos para todo, para preocuparme y llorar porque te pudiese pasar algo, pero también de mucha ilusión e incluso de risa junto a tu padre cuando vemos tus movimientos dentro de mi tripa. Eres muy inquieta y algunos momentos de tanto apretar y estirarte creo que buscas salir por el sitio equivocado. Tu padre te pone la mano sobre lo que parece tu culete y te calmas, pero solo un momento porque enseguida empiezas otra vez a moverte sin parar; a veces me cansas y me enfado contigo, pero procuro no reñirte porque pensar en no sentirte me aterra y prefiero soportar tu inquietud a estar un segundo sin notarte.

No sé qué nos espera de aquí en adelante ,sólo deseo que todo vaya bien y que estemos muy pronto los tres juntos en casa.

Espero poder disfrutar de tu infancia , que sientas que nos tienes junto a tí, que te sientas querida aunque de eso apenas tengo dudas, eres una niña esperada, deseada y querida desde mucho antes de ser concebida.

Pero también espero cosas de ti; que seas responsable y que tengas buena cabeza y la utilices, que en estos tiempos es mucho pedir, pero sé que tendrás un buen ejemplo tanto en tu padre como en mí, que intentaremos ser el espejo en el que tu te mires. Sé que nos equivocaremos, pero también sé que sabrás perdonarnos .

Espero que crezcas libre de actos y también de pensamientos. Deseo poder poner a tu alcance todo lo necesario para que consigas todas las metas que te propongas y también sé que sabrás aprovechar todos nuestros esfuerzos.

Espero grandes cosas de ti, pero sobre todo que seas una gran persona y que ante todo y sobre todo que seas Feliz.



Tu Mamá




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